miércoles, 20 de abril de 2011

La Dualidad del Alma

Uno de los fotomontajes que hice para una amiga xD

Las Cadenas del Espíritu

Las cadenas me apresaban, atravesaban mi cuerpo y m dejaban inmóvil. De mis heridas, mi roja sangre manaba y chorreaba por los eslabones. El metal plateado era rojo. El dolor atroz q me producía cada intento de moverme era espeluznante. Después de 20 años de ser un guerrero sin igual, ellos profanaban mi templo y osaban atacarme. Si no lograba escapar, si no sobrevivía, ellos tampoco lo harían. 
Desistí de moverme. Demasiadas cadenas cruzaban mis brazos, mis piernas, mi torso. No resistía más ese dolor. Necesitaba mi libertad otra vez. Con mi vos rasgada por el sufrimiento y la sangre, reviví del pasado, palabras de un idioma imposible. 
_nacsaeno milay dugmalx jril...
La habitación comenzó a temblar. De las columnas antiguas, trozos de piedra maciza se desprendieron. Los nueve q me rodeaban se miraron asustados. No esperaban que traiga la fuerza del espíritu a esta lucha. Las paredes empezaron a resquebrajarse. Varias de mis cadenas cayeron al piso inútiles. Mi cuerpo se iba liberando.
_nacsaeno milay dugmalx jril...
Ya eran pocas las cadenas q m apresaban. Ellos no estaban dispuestos a dejarme libre. Los nueve, en aquel círculo perfecto a mí alrededor, sacaron una nueva cadena de sus bolsos. Estaban forjadas con el hielo del glacial eterno. Las enrollaron en sus brazos y dejaron caer la punta a través de una hendidura en el suelo entre sus pies. De inmediato supe lo q estaban haciendo. No les bastaba con apresar mi cuerpo, también querían encadenar mi espíritu. Desesperado, traje palabras más antiguas, palabras sagradas. 
_nundaejre klestie mashael. Nundaj fkles gok froxa
Mi rojiza sangre, la q estaba esparcida en todo el suelo, en las paredes, en mi cuerpo, en cada cadena se torno verde y lo lleno todo con un resplandor incandescente. Y como la ira corrompe al alma, mi sangre resplandeciente destruía todo lo que tocaba. El brillo era maravilloso y destructor.
Cuando por fin me estaba liberando, las primeras dos cadenas de hielo atravesaron lo más difuso de mi aura, y se incrustaron ahí donde mi energía se transforma en la energía de todos, y la de todos en mía. El dolor era horripilante. Uno sufre cuando hieren su cuerpo, pero no se pueden imaginar lo despiadado y atormentado que es un haría de tu espíritu.
Respiré profundamente y me concentré. Ellos no me derrotarían.
_druhcshaelam ñifriggö metgâla.
Mi aura crepitó y lanzó una ola de energía que empujó a mis captores unos metros hacia atrás, pero los bastardos se mantuvieron aferrados a sus cadenas irrompibles en todo momento. Debía hacer algo más, algo que les impida utilizar su alma. Busqué en el fondo de los tiempos, allí, en el comienzo. Busqué entre aquellas palabras, las primeras, las supremas.
_negg plur…  aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!
Otras dos cadenas atravesaron mi aura exterior. Al igual que yo, estaban desesperados. Daban lo mejor que tenían, porque sabían que si no me derrotaban, ellos serían los que llegarían a su fin. Tenía que apurarme, si seguían encadenando mi espíritu, ya no podría hacer nada nunca más.
_negg plurxa nrue hak
Sentí mi sangre, la poca que quedaba en mí, y la que estaba esparcida por toda la habitación. Sentí el aire con aroma a muerte que entraba en mis pulmones, nutría mi espíritu y se liberaba lleno de fluorescencia. Sentí el odio y estupor en el aura de quienes me apresaban, la avaricia y el vacío que los consumía lentamente. Sentí el frío de las cadenas que cruzaban mi espíritu, sentí cada uno de sus eslabones, cada una de sus conjuros irreversibles. Sentí cada átomo del mundo que me rodeaba. Entonces, manipulé la energía.
AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!
Otras dos cadenas atravesaron mi espíritu, pero esta vez lo hicieron ahí, en el horizonte, donde al aura que todos ven, se une con el aura que solo se puede ver cuando se ve las esencias, cuando se las conoce. Si no hubieses estado listo, hubiese preferido dar muerte que soportar eso un segundo más.
Solo quedaban tres cadenas más, debía apresurarme. Respire profundo otra vez, e inhale toda la energía que reposaba en ese momento en aquel, y les puedo asegurar que no era poca. Me concentré y dirigí aquella energía a las heridas de mi espíritu, y de ellas, la filtré a cada especio vacío de aquellos eslabones. Me concentré y la energía danzó recorriendo cada eslabón de cada una de las cadenas. Inhalé otra vez y repetí el proceso. Lentamente me acercaba a mis opresores y cuando llegue a su lado, ellos no escaparían jamás.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!
Dos cadenas más, y tan cerca de mi esencia que sentí que desaparecía, que mi mente cambiaba. Quedaba una sola cadena y esa iría directo a mi esencia, y una vez que sucediese eso, no podría hacer nada. Ya no tenía tiempo ni fuerza para continuar mi ataque. Mi espíritu estaba casi inmovilizado. Solo podía hacer algo más, una sola cosa. Tal vez no los podría derrotar como yo quería, pero no me dejarían allí atrapado para siempre. Ya no tenía otra opción.
Cerré mis ojos, y me concentré. Inhalé profundamente y cuando el aire se liberó, también se liberó la energía de mi alma, estallando, cubriéndolo todo. Los hombres que me rodeaban, salieron despedidos por el aire, pero no soltaron sus cadenas, ya no podían hacerlo. Sus cuerpos se llenaron de heridas, sus ojos ardieron en llamas, sus sentidos fueren olvidados, pero aun así, se pararon y volvieron a sus posiciones.
Fue ahí, cuando aquella energía que me abandonó, que se alejó de mi, volvió a mi ser. Pero cuando la energía se va, no puede volver tan simplemente. Primero, avanzó hacia mi esencia, consumiendo mi aura exterior, devorándola. 
En ese instante, mis captores descubrieron mi objetivo y sucumbieron ante la desesperación. No podían permitir que lo haga. Con sus cuerpos deteriorados, llenos de heridas, ciegos, intentaron concentrar toda su energía en la última cadena, pero no es fácil llegar hasta la esencia de una persona. 
La ola de energía llego a mi cuerpo y lo desgarró sin piedad, pero tras el dolor que estaba padeciendo, esto no era más que una caricia. Poco a poco, mi cuerpo y la parte de mi espíritu que habitaba en él, fue desapareciendo. Pronto, tan solo quedaba mi esencia, ahí delante de esos nueve hombres, libre. Antes de que la última cadena se incruste en mi esencia, apresándome para siempre, decidí liberarme, liberarme de todos y hasta de mi propia vida. Siendo solo una esencia, volvería a la fuente y reencarnaría. Jaja, pero ellos, ellos estaban condenados. Las cadenas del eterno hielo, una vez que son invocadas, atan a alguien para siempre. Y ese no sería yo. Ese no soy yo, porque aquí estoy, en esta nueva era, donde ya no hay guerreros ni espíritus sagrados, sino hombre con armas que desgarran la carne de lejos y almas perdidas en la nada. Aquí estoy, y me encargaré de revivir la magia de antaño donde quiera que este sellada…


Bue,, este cuento ya lo subi al face, pero bueno, algo es algo xD