domingo, 15 de mayo de 2011

la soledad, esa íntima y fiel amiga, en medio del gentio, está, también acurrucada en mi sien, cuando voy acompañada, basta detenerse un paso, basta mirar al costado y decir que ella está ahí, siempre, acompañándome, engañándome..., creyendo yo que puedo detenerla, que puedo deshacerme de ella, que puedo escaparme, pero no, basta que la mire, que me acuerde o que quiera irme, para dejarme envolver por ella y hundirme, primero entre esos brazos negros como de humo, que envuelven, lenta, sutilmente...para después no distinguir en la oscuridad, quedarme totalmente inmersa en ese mar, en esa ausencia... ambigua, eterna, transparente...y soñar, y dejarme seducir, por esa melancolía infame, por esas imágenes, esos sueños, que son solo míos y de nadie más, que puedo guardar sólo para mí...y mi soledad
Pero basta que vuelvas vos, con tus enojos, con tus sonrisas, con tu voz... para que me despiertes de ese sueño infinito y desgarrador, difuminando en un parpadeo toda esa oscuridad, llamándome, haciendo desaparecer el humo negro y las músicas lentas y extrañas. Venís vos y todo a mi alrededor recobra su color... o el nuestro :)

Presente (el momento en que estas) - Vox Dei


video recomendado por adri... gracias amiga!

cuando las palabras no basta

hay veces q las palabras no bastan para expresar las cosas, para esos momentos, CARA PLANA!!