Quién iba a decir que el hermano sería el jinete bastardo que tomaba el camino errado...
Hoy lloran los mares y se templan las almas.
Pues el río ha muerto rojo,
y consigo, la vida que nada.
Ay, señores de lo absurdo,
a veces preferiría su voz ignorar,
pero me resulta tonto jugar tan sucio como su dios.
Ay, señores de lo vano,
Anhelo un día, junto a ustedes caminar,
y que de sus palabras no me deba escudar.
Ay, ay, ay, camino solitario.
¿Dónde está el corazón prometido?
El juramento incumplido.
Hoy suplican las nubes y se amedrantan los cuerpos.
Pues el viento ha perecido gris,
y consigo, la vida que vuela.
Ay, señores de lo insensato,
A veces quisiera que oigan sus blasfemias,
Pero recuerdo que bajo el nombre su dios, juegan a la guerra.
Ay, señores de los llantos vacíos.
Ansío un día, junto a ustedes conversar,
Y que sus frases no sean un engaño a la razón.
Ay, ay, ay, sendero sombrío.
¿Cuáles son las huellas de tus pies?
El juramento incumplido
Hoy gritan las piedras, y se despojan los espíritus.
Pues la montaña ha sucumbido dorada,
Y consigo, la vida que brota.
Ay, señores de lo profano.
A veces me pregunto si son el mal o lo escaso,
Pero no importa lo es, cuando lo que hacen es daño.
Ay, señores de lo corrupto.
Codicio un día, junto a ustedes soñar,
Y que sus vacíos no nos devoren a los demás.
Ay, ay, ay, pasaje perdido.
¿Cuántos son los años de este silencio?
El juramento incumplido.
Hoy tiembla el sol, y se desgranan los tiempos.
Pues el día ha caído oscuro,
Y consigo, la vida que masacra.
