viernes, 6 de enero de 2012

La angustia

Era una angustia opaca,
de colores suaves, en tonos pasteles.
Era una angustia agria,
de un sabor viejo que se avinagraba.
Era una angustia de no se donde,
no sabia de donde venia, y mucho menos hacia donde iria.

Era una angustia, y como toda angustia,
dolia...
Y el dolor me daba miedo,
miedo que siempre tengo.

Cuando todas las esperanzas estaban en ello,
el rechaso era funesto.
Habia dolor, habia miedo.

Sin esperanzas, que razon podria,
en esta mente mia,
despejar, aquella verdad relativa.

Era una angustia chillona,
que aturdia y no escuchaba.
Era una angustia tibia,
en el cuerpo se asentaba, y no seria olvidada.
Era una angustia soñada,
pues de ilusiones nacía, y en quimeras volaba.

Era una angustia, y como todo angustia,
mataba...