domingo, 24 de junio de 2012

Triste

Dame la fuerza para seguir, amigo, dame la fuerza para alcanzar tu mano. Dame la fuerza para seguir, amor, dame la fuerza que solo no puedo ♪♫
 Bueno, no sé, hoy les dejo esa canción, con esa frase, es lo único que puedo decir en días como hoy...

viernes, 15 de junio de 2012

Auspicia el segmento anticapitalista: Coca Cola


Advertencia: temo haber publicado este mismo post en este mismo blog.

En el futbol solo llegan a la cancha grande aquellos que son talentosos, sacrificados y tienen suerte. En la comunicación la cosa es distinta. Si bien para llegar a los grandes medios se necesita del talento y del sacrificio, el factor suerte, que en los deportes es el mas importante, es modificado por el factor afinidad ideológica. En este sentido el titulo de la nota puede echar algo de luz. Díganme ¿cuantos periodistas abiertamente marxistas trabajan como conductores en los medios masivos? ninguno, claro esta.
En los últimos años en nuestro país se ha masificado el debate sobre el rol de los medios de comunicación. Fue el propio gobierno nacional quien impulso este debate a partir de la promulgación de la nueva ley de medios. El lema de entonces fue "democratizar la comunicación", cosa que aun no ha sucedido y me cuesta imaginar que alguna vez ocurra. Quiero decir: ¿quien va a bancar con su dinero a un programa que apoye abiertamente a, digamos, el Frente de Izquierda? Ni las grandes empresas ni el gobierno nacional están dispuestos a hacerlo.
Por lo pronto deberemos conformarnos con comprar el "Hoy", "La verdad obrera" y otros periódicos marxistas y escuchar por internet programas de radio como "Pateando el tablero" (afín al FIT) y "Sobre la hora" (afín a Proyecto Sur y al FAP).
Así las cosas, la posibilidad de vivir del "periodismo militante" esta solo abierta a quienes comparten las ideas con los gobiernos de turno (hablo del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales cuando estos tengan sus propios medios de comunicación). Me dirán que existen medios privados que apoyan la idea del periodismo militante y es cierto. La conclusión que hay que sacar entonces es que si empresas privadas financian medios afines al gobierno nacional sucede porque el gobierno nacional no representa una amenaza para sus intereses.
¿Entonces? no queda mas que decir que el problema es la lógica de financiamiento de los medios de comunicación. Quienes financian a los medios de comunicación (las empresas y el estado) tienen intereses y los medios les sirven para defenderlos. Para quienes no participan de esos intereses solo queda la comunicación alternativa: las radios comunitarias, los periódicos antes mencionados, los blogs y los canales de TV por internet (como TVPTS). Claro que si de vivir del periodismo se trata solo habrá dos opciones para marxistas y anarquistas: o dejar los ideales de lado y someterse al capital, o trabajar de algo más mientras piensan en como financiar sus propios medios.

jueves, 14 de junio de 2012

El autor ha muerto


El autor no existe. Esta afirmación, sugerida de manera más o menos explícita en el texto de Barthes, resulta análoga a esa aparente conclusión de que Dios no existe, luego del célebre “Dios ha muerto” de Nietzsche.
 A partir de esto, de este suprimir el origen y delegarlo a simple función o apariencia, es que surgen las innumerables miradas que empiezan a caer sobre el texto. Así como cuando se decidió que Dios no existía comenzaron a pensarse teorías dedicadas a explicar la autogeneración del universo, a partir de la muerte del autor se edifican concepciones tendientes a insinuar que el Lenguaje, concretizado en el Texto –que son todos los textos- se basta y se genera a sí mismo, valiéndose del escritor menos como creador que como mediador.
Pero, ¿entre qué cosas es mediador el escritor? Barthes habla de “los mil focos de la cultura” (Barthes, 1994:69). El escritor es ese punto donde confluyen incalculables focos culturales que hablan casi por sí mismos desde su propia confluencia en la mente del ‘autor’, para producir el entramado del texto, donde el autor se dedica simplemente a armar un mapa que muestre lo mejor posible esa confluencia. De esta manera, lo único interesante de estudiar la vida de un autor consistiría en visualizar en ella los distintos focos culturales con los que tuvo contacto, o a los que estuvo expuesto; sin embargo, la crítica dedicada a explicar obras a partir de la vida de su autor no parece tender a buscar estos focos sino a narrar la experiencia del sujeto empírico. Esta concepción estuvo sostenida por la importancia que tomó el individuo en un mundo sin Dios, haciendo del individuo-autor el dios creador y rector del texto. Pero ¿existe una relación tan estrecha entre la experiencia personal con la producción de un texto que es puro lenguaje? Lo que para los ojos de la crítica hace a un buen autor, ¿es más la cantidad y la calidad de los focos culturales que lo atraviesan o su capacidad de armar el entramado del texto para que todos los focos se muestren adecuadamente?.
Así como la finalidad de la expresión de Nietzsche estaba menos orientada a abolir la religión que a dar cuenta de que el hombre se valía por sí mismo sin necesidad de tener en cuenta a un ser superior; la finalidad de Barthes es, también, quitarle importancia al autor para hacer valer el texto en la medida en que es leído, es decir, que tiene un Lector, y que es ahora éste quien pone en funcionamiento el lenguaje del texto, y por lo tanto, el que realiza la actividad primordial.
Entonces, de la misma manera en que las religiones (y por lo tanto Dios) siguen existiendo a pesar de Nietzsche, la figura del autor sigue vigente después de Barthes, ya que el mercado la necesita para vender los textos, publicitando las obras, a través de la exposición del autor empírico como estrella mediática.
¿Y quién es este escritor que vale como autor sólo para el imaginario social, la prensa y el mercado, fuera del lenguaje como Texto y de  la actividad literaria propiamente dicha? Saer, en “Una literatura sin atributos” (Saer, 1986:61) sostiene que el escritor –ese individuo que escribe- debe ser también un hombre sin atributos, sin ser portador de ninguna ideología, ni responder a ninguna determinación previa. Para ser ‘guardián de lo posible’ y salvar la experiencia estética del lector, evitando la anticipación y la automatización.
Este cierre del ensayo de Saer es susceptible de resultar ambiguo, ya que decir que el escritor no debe tener ideología no significa que no deba decir nada sobre su tiempo, sino que el texto debe poder hablar sobre todos los Tiempos; no es que el escritor no debe decir nada sobre su realidad, sino que el texto debe poder mostrar La Realidad; y, por último, no quiere decir que el autor no deba decir algo, sino que el texto pueda decirlo Todo. Es, como escritor, darle al lector la libertad suficiente sobre el texto como para ser negado en última instancia por este.
Ciertamente, es mucho más interesante edificar ideas sobre la base de los textos de un autor que sobre la biografía del mismo como explicación de su obra, ya que limitar el hecho literario a un hecho en la vida del autor es dejar de lado la experiencia incomparable que permite el saber que el texto no habla de un hecho en la vida de un hombre, sino que habla de todos los hechos, de todas las vidas, de todos los hombres.



P.D.: consigna nº 1 del ultimo TP de Introducción a los estudios literarios 

miércoles, 13 de junio de 2012

Terquedad de Nanahuatli o el padecimiento del camino

[...]_Padecimiento del camino, así lo llaman.
A esas alturas, Tres Rostros comenzaba a mostrar su mueca triste.
_Verás, hermano, las criaturas humanas olvidan que están enraizadas. No como los árboles, tal vez. Pero hay un sitio del que tomaron la vida y a ese sitio se parecen. Hay una porción de polvo a donde las plantas de sus pies se acomodan. Y allí donde la tierra y el agua, el aire y el fuego comparecieron para presenciar un nacimiento, allí hay una casa. Caminan como si creyeran que, en verdad, existe un sitio que se llama "adelante". Pero los caminos que tan a menudo recorren, por buenas o malas causas, y a veces sin ellas, se afianzan con los pasos de los que nunca llegan.
Thungür escuchaba en silencio.
_Nanahuatli padece de ese mal, infinita pena de los que ya no encuentran sitio donde descansar sin añorar otro. La verás palidecer y enflaquecer, la verás permanecer seca frente a la sonrisa de sus hijos y, a veces, te enfurecerás. Entonces piensa que esa mujer... -el Brujo mostró su mueca de duda-. Piensa que Nanahuatli, sin importar donde duerma, dormirá lejos de su casa para siempre. ¿Puedes entenderlo, Thungür?
Thungür entendía en silencio.
_Ella vivirá lejos y lejos morirá. Y ni el sur ni el norte remediarán eso.
_También Cubuc se marchó de Beleram -dijo Thungür-. Muchos guerreros husihuilkes y yo mismo atravesamos el continente.
_Todos probamos el mismo veneno y sólo algunos retorcemos -replicó el Brujo.
Como Tres Rostros persistía en el silencio, el guerrero lo incitó.
_Me dices que Nanahuatli ha enfermado sin remedio y luego callas. Me dejas en la peor de la penumbra, hermano.
_¡Ay! -se levanto Tres Rostros, que ese día no iba a mostrar su mueca alegre-. Las criaturas humanas nunca comprenderán. Nunca podrán evitar el impulso de dar nombre a todo. Esa es su esencia, como el vuelo para  los pájaros. Y lo mismo que el vuelo, la capacidad de nombrar los lleva lejos y alto. Pero deben saber que los nombres tanto explican como ocultan. No hay modo de nombrar si no es evadiendo, si no es ignorando. Déjame decirte que nombrar es cortar camino pero que, por ese atajo, se pierde gran parte del bosque. Te preguntarás por qué digo estas insensateces cuando te trajo hasta mí la pena de tu esposa. Lo hago porque lo haría Kupuca. El Brujo más amado te diría que, aunque ustedes eligen nombrarla por su opaca y atroz apariencia, una enfermedad es mucho más que eso-Tres Rostros regresaba al barro-. ¡Ahora presta atención a lo que ocurra! -su voz se resolvía en borbotones-. Y acecha el propósito que reside en los padecimientos.
La espalda del Brujo se disolvió en el barro. Y si algo agregó, Thungür ya no pudo escucharlo[...]


Fragmento de "Oficio de Búhos", Liliana Bodoc.

domingo, 10 de junio de 2012

Un aquí y un extraño

Y si, se podría decir que me adapté. Ya no miro desde lejos, ni camino camino rápido hacia un punto fijo. Ya no busco con miedo a Orión, ni me desoriento al sentir las llaves en mis bolsillos. Si se podría decir que me "adapte", pero sigo siendo un extraño y siempre lo voy a ser.
Cómo dejar de ser un extraño si mis pies buscan la tierra y mis ojos, la noche. Cómo no ser un extraño, si mi idioma es el del viento y mi voz la de los árboles. Cómo no ser un extraño si mi alma está en trozos y mi espíritu se rehúsa a olvidar. Cómo evitar ser un extraño, si allá, en mi propia tierra, muchas veces lo fui. 
Solo dejando de ser yo, dejaré de ser un extraño aquí; donde esconden la tierra debajo del gris y a la noche, detrás de la luz; donde el idioma es el vacío y las voces, las del silencio; donde las almas caminan de una y los espíritus no saben quién son.
Pero aquí estoy, un extraño entre extraños, que no saben quién soy, que no sé quiénes son, que no saben quién son. Pero aquí estoy, y de un lado al otro voy, porque no importa dónde esté, a ningún lado pertenezco yo. Pero aquí estoy, y ella también. Fiel amiga, soledad, que siempre te acompañaré en este eterno atardecer, todo insólito parece ser. Caminemos juntos, que el tiempo parece no ser, que los colores nos evaden y oscuridad niegan volverse. Caminemos juntos, amiga, que semillas sembré, que semillas sembraré, y creamos en los bosques que crecen donde nadie ve... donde nadie ve...