lunes, 10 de octubre de 2011

la busqueda...

mis demonios poseen nombres.
mi estrella se consume con cada palpitar.
mi árbol entierra sus raíces en el centro del mundo.
la batalla se acerca y los guerreros mueren por la peste.
mis antidos se acabaron en el ultimo eclipse.
mis protecciones se difuminaron en la tierra.
mis fuentes se secaron bajo la noche.
las esperanzas se marchitaron de a una.
los halcones y los búhos caen del cielo, muertos,
y vuelven a cear...

ya no hay día ni noche, solo ocaso...
ya no hay caminos ni senderos, solo lo incierto...
ya no hay futuro ni pasado, solo prencente...

en el olvido, una profecía se repetía una y otra vez.
un profecía que habla de un arma sagrada,
un arma indómita, libre y gloriosa.
una espada imposible, divina,
capaz de derrotar a cualquier demonio,
de nutrir cualquier estrella,
de proteger cualquier vida.


queda solo un día, solo una noche,
queda solo un camino, solo un sendero,
queda solo un futuro, solo un pasado.

en los recuerdo solo hay dudas,
medias verdades, medias mentiras.
algunos, recuerdan que la espada es cargada
por un guerrero muridundo,
 que viaja de un lado a otro sin parar.
tambien estan los que la recuerdan
escondida en la lejana luna plateada.
y en los recuerdo la puedo hallar,
fundida el mismo sol,
que ya no desea iluminar...

el ocaso es tan solo soledad,
lo incierto es tan solo miedo,
el presente es tan solo presente...

un dia, un camino, un futuro, un espada...
una noche, un sendero, un pasado, una guerra...
solodad, miedo, presente, busqueda...